Leticia y Sabrina tienen dieciséis años y son hermanas gemelas, sin embargo, comparten pocas cosas además del cuarto. Leti es la estudiante «perfecta»; Sabri toca el violín y practica esgrima. Una foto misteriosa que se cuela en las redes sociales desencadena rumores y reacciones, y el microclima del colegio comienza a convertirse en una olla a presión a punto de explotar. A veces, para sobrevivir, parece que hubiera que salir a buscarse por los caminos más oscuros. Lastimarse, dudar, caer, incluso romperse para volver a construirse. Y reinventarse.
Esta es una novela que explora el daño que podemos llegar a hacernos a nosotros mismos, pero también la alegría del autodescubrimiento y las ganas de estar mejor. Narrada con la sensibilidad justa y una banda musical algo retro, es al mismo tiempo brillante y dolorosa, como un tatuaje rojo.