Esta es la historia de una de las pintoras uruguayas más importantes con una vida personal muy difícil. A los dos años, a causa de una meningitis, perdió la audición. En esa época, las personas sordas no eran consideradas aptas para la educación, pero la familia de Petrona buscó una alternativa para que pudiera aprender. Un poco por su condición y otro poco por su talento, Petrona encontró en el dibujo y la pintura la mejor forma de comunicarse con el mundo.En esta colección los personajes más emblemáticos de nuestro país vuelven a ser niños para relatarnos su propia historia, desde una perspectiva cómplice y original.A través de estas páginas estaremos en contacto con grandes figuras de la historia, la literatura, la ciencia, la música o la pintura, quienes nos contarán cómo llegaron a ser lo que fueron.Son historias inspiradoras que nos ayudarán a comprender que no hay sueños imposibles cuando tenemos convicciones y luchamos por alcanzarlos.