Recopilación de historias inspiradas por la tradición oral, cuya relevancia fue curiosamente marginal dentro del contexto de la literatura árabe medieval. No obstante, a ella le debemos la fascinación por lo oriental que surgió a partir del siglo XVIII gracias a estudiosos como Antoine Galland, el autor de la primera traducción al francés, o exploradores como Richard Francis Burton, que la tradujo al inglés respetando el alto contenido erótico de la obra.