«A veces, un lugar perdido en medio del mapa puede ser el detonante para encontrarse a uno mismo».
Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. O al menos eso fue lo que Harriet Gibson
pensó tras conseguir casarse allí con Luke Evans, el primer desconocido que se cruzó en su
camino. Esos papeles matrimoniales eran todo lo que necesitaba para cobrar la herencia de su
padre.
Sin embargo, todo se complica cuando, dos años después, él da con su paradero y llega sin
avisar al pequeño pueblo donde ella vive. Luke es testarudo y tiene la firme intención de conseguir el divorcio, pero Harriet no tarda en advertir que también es descarado, sexy y divertido; algo que termina siendo un camino tentador pero lleno de problemas.
¿Qué hacer cuando tu corazón toma la dirección equivocada?